Esta minuta legal esta fundamentada en el hecho de que el comité para la Eliminación de todas las formas de Discriminación
Racial (CERD), de las Naciones Unidas, tuvo lugar del 22 al 25 de
febrero pasado un diálogo sobre las denuncias de que en nuestro país se
violan los derechos de los haitianos.
Por José Iván Díaz(*)
El papel de las organizaciones civicas en los países donde el sistema político es la democracia representativa, es fundamental para el avance de la misma, y la República Dominicana, Estado caribeño, el cúal comparte una isla con la República de Haití, es parte de este fenomeno socio-politico, desde su fundación en 1844.
Desde la mencionada fecha, no es un secreto para nadie de que la patria de Juan Pablo, Duarte, Francisco del Rosario Sanchez y Matías Ramon Mella se independizó politica y jurídicamente; es decir tiene una Carta Magna declarativa y garante de derechos, con reglas y excepciones, el cúal ningún país incluyendo Haití, desconoce hoy dia, menos sus nacionales, a quienes se les debe recordar que la República Dominicana es un "estado libre e independiente de toda potencia extranejera", que tiene un orden jurídico y político que protege a sus nacionales, primero que a cualquier otro extranjero o extranjera.
Como analista legal y bloguero estoy consciente de mis deberes y derechos, pero poner mis escritos a favor de grupos que buscan desestalizar a mi país de origen sólo por el hecho infundado de ser parte de un partido politico de oposición o aúnque no lo sea; solo por el hecho de pensar diferente a mis compañeros de partido, no es razón fundamental para convertirme en un traidor de la patria de -forma indirecta- apoyando tesis irracionales, cuyo fundamento está en los intereses de grupos que buscan a toda costa de tener el poder politico, eso nunca. Eso sería una contradicción al estatuto de ciudadanía que me ata como dominicano, por poner solo un ejemplo.
Me llamó la atención una opinión de un diario dominicano, uno de los pocos que trata el tema de los inmigrantes haitianos de forma objetiva y critica el accionar de los miembros de esas organizaciones civiles: Diario Libre; hablo del periodista y abogado constitucionalista Adriano Miguel Tejada, quien expresa que "...el Estado dominicano ha realizado ingentes esfuerzos por mejorar las
relaciones con Haití y la suerte de los que emigran. Asimismo, ha sido
tan respetuoso de las libertades en nuestro país, que ha permitido
acciones irresponsables de organizaciones y personas pagadas con dinero
extranjero, y cuyo propósito no es mejorar las condiciones de vida de
los haitianos, sino avanzar programas políticos tanto aquí como en el
extranjero...".
Esa opinión expresa de forma objetiva lo que ha venido sucediendo en nuestro Estado-nación por hace mucho tiempo: "se defiende lo extranjero, por encima de lo nuestro", parafraseando a nuestro fallecido psiquiatra Dr. Antonio Saglul.
Esta minuta legal esta fundamentada en el hecho de que el comité para la Eliminación de todas las formas de Discriminación
Racial (CERD), de las Naciones Unidas, tuvo lugar del 22 al 25 de
febrero pasado un diálogo sobre las denuncias de que en nuestro país se
violan los derechos de los haitianos.
Allí se leyeron denuncias, pero se odvió o se minimizó que la Constitución dominicana garantiza la libertad de expresión y que ese
mismo texto sustantivo prohíbe todo tipo de discriminación, dos
disposiciones que garantizan el respeto a aspectos de la persona humana
que son consustanciales con la vida en una sociedad democrática.
Hoy los hijos de los haitianos piden ser tratados iguales en la República Dominicana, mañana quizas sean los hijos de los dominicanos sean tratados iguales en Estados Unidos, Puerto Rico y el mismo Haití, bajo la protección de activistas politicos que presenten pancartas como la que en foto de portada de este articulo: "TODOS/AS TENEMOS DERECHOS", es un discurso que es razonable en principio, pero no todos gozamos de iguales derechos, ya que estan reglamentados por una norma Constitucional, que presenta reglas y excepciones del uso de las facultades, pongo el caso del Estado dominicano, como ejemplo principal.
Es una falacia pensar que tanto nacionales o extranjero son tratados iguales en cada país, o que los estados no pueden tomar medidas preventivas cuando exista una amenaza de violación de su independencia, o de su territorio.
Cada ciudadano debería leer la Constitución de su país como si fuera la Biblia de sus religión: todos los dias, porque la misma es el pacto fundamental de su incidencia o acionar en sociedad, porque la "verdad es de quien la busca", como dice Ayn Rand; y añado para culminar que "“No hay arma más potente que la verdad en mano de los buenos”, como lo sentenciará el maestro Juan Bosch y Gaviño.
Los hijos de haitianos son los residentes y extranjeros; los dominicanos son los nacionales que por mucha sangre historica saben que comparten una isla, pero tienen una Constitución que les recuerda que son libres e independiente de toda potencia extranjera.
*: El autor es Abogado
Minuta legal 2.0
VISIÓN LEGAL-RD 2013
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