viernes, 12 de junio de 2009

CASOS PENALES: historias personales / EL CAMBIARA...LO JURO POR MI VIDA!!


EL CAMBIARA...LO JURO POR MI VIDA
Roció Duran, era una joven, de unos veintiocho años de edad, y solo le faltaba un año para salir de la universidad Estatal de Quisqueya, donde estudió Derecho. Ella quiso ser una abogada exitosa y así poder demostrarle a su familia y a la sociedad que se podía llegar a ser alguien importante en la vida sin depender de nadie.

Pero a Roció, no le interesaba mucho la carrera que cursaba en la Universidad, ella entró a dicha academia, buscando un fin superior: encontrar un hombre con dinero y serio; casarse con el, tener un hijo y después divorciarse; ya que sus tres matrimonios fallidos anteriores, con tres hombres de diferentes "temperamentos difíciles de tratar", quizás la marcaron para convertirla en una mujer interesada al extremo, en busca de un sueño que se convertiría posteriormente en una mortal pesadilla.
El 6 de enero del 2003, mientras Roció Duran, estaba en su casa ubicada en la comunidad de El Cazabe, cuando sintió un malestar hogareño, típico de un barrio pobre:” - coño, se llevan la luz”. Es en ese momento cuando sale de su residencia y se dirige al colmado más cercano, pero se encuentra con otro grave problema: no tiene dinero para comprar ni siquiera una vela o por lo menos comprar los cerillos. Se da la vuelta y echa fuera una nueva palabra obscena con el nombre de “coñazo”.

Es en ese trayecto, donde conoce quien tres años mas tarde se convirtió en el padre de su niña Josefina y su gran verdugo: el hombre mas odiado por ella en su vida y en el mas allá. quizas porque era muy mujeriego, borrachón y agresivo, pero mas aún, porque lo amaba "con locura".

José Gil, era un joven de 24 años, que desde sus 18 años había entregado su vida a la Policía Nacional Quisqueyana, dejo los estudios a los 17, cuando estaba en primero de bachillerato porque tenia que trabajar para responsabilizarse del niño que su exnovia Juliana Méndez, le había adjudicado, antes de confesarle al cabo de la policía, tres años mas tarde, que el infante no era suyo y que el apellido se lo daría su padre biológico…

Los tres años de concubinato de Roció y José se caracterizaron por ser violentamente estables y pacíficamente inestables: esto así, ya que los vecinos de la comunidad les extrañaba cuando Roció no gritaba pidiendo auxilio por las golpizas de su pareja; las escenas de celos de la agraviada en el colmado donde José se gastaba la quincena con sus amigas intimas, hasta que cerraban el negocio de expendios de bebidas alcohólicas y volvía al otro día a pedir prestado para el pasaje para ir al trabajo, dicho sea de paso, después de darle una pela “a su mujer”, -aún- mientras esta cumplía el quinto mes de embarazo de quien en el futuro iba a ser su hija.

DESDE LA DENUNCIA...hasta el final

Después de una golpiza y con siete meses de embarazo, Roció decide -por fin- denunciar a su agresor, esta vez casi le pega tres tiros después de la “acostumbrada golpiza”. Los familiares, los vecinos y sus amigos le dan la espalda, porque según la costumbre “en pleito de marido y mujer nadie se debe meter” y esta mujer maltratada, siempre les decía la frase celebre “el va a cambiar”.

Ya, ante el Juez, Roció decide retirar la denuncia y le dice al fiscal, que“...magistrado, el va puede cambiar: lo juro por mi vida...”, además que necesita que José vuelva al servicio policiaco, para que mantenga a su hija y cumpla con su obligación de padre: lo ha perdonado, se archiva provisionalmente el caso…

Un año después, la prensa local informa "AGENTE POLICIAL MATA EX - MUJER UN DIA ANTES DE GRADUARSE DE LA UNIVERSIDAD Y SE SUICIDA, dejando una niña huérfana”. 25 de Noviembre 2006.

A la semana de esta noticia, ya nadie recuerda a Roció Duran. Es parte de la Estadística de Mujeres asesinadas por sus agresivas parejas, y su hija Josefina, es criada por su abuela Esthel, quien es "divorciada": muy pronto irá a la escuela.
Se espera que la pequeña Josefina, no repita el mismo "ciclo de violencia" del cual fueron victimas sus fallecidos padres.
Escrito por IVAN DIAZ
Producción General: Punto Legal-RD 2009

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